Y los sueños
febriles se apoderan de mi cada noche, en ellos te veo sobre una montaña de
piedras con una sonrisa tallada en el rostro, pulida, resplandeciente, vestido
como el primer día que nos conocimos, pero con el cuerpo de ahora, en la lejanía
suena esa primera canción que te atreviste a cantar para mi. Hace un tiempo acá
ya no soy dueña de mi y mis sueños me atormentan todas y cada una de las
noches, por eso creo que mi cuerpo ha desarrollado un extraño miedo a dormir y
cuando presiente alguna de esas visiones surreales me niega el sueño y la noche
en vela es inevitable, cuando logro dormir me despierto y veo el techo de la
habitación, me dan ganas de llorar y lloro, en silencio lloro, sin que se
escape un solo sollozo las lagrimas corren por mi rostro. La vida se mueve a mi
alrededor, mi madre sigue allí como todas las mañanas sirviéndome el chocolate
que prefiero frío, mi hermana bella como siempre, mi padre con toda su grandeza
y amor, pero yo no estoy segura de si estoy viva o muerta, los dolores físicos
me son indiferentes y la risa me es escurridiza. Mi vida gira en torno a una
rutina casi sin sentido desempeño mis labores lo mejor que puedo, pero, de vez
en cuando me salen mal cosas que solía hacer bien.
Cuando tu eras
más que un sueño o una pesadilla.
Todos nuestros
miedos están a lo largo de la vida agolpándose en algún lugar de nuestra alma
para atacarnos cuando somos más vulnerables, así cada día que pasa uno de esos
miedos se une a tu figura en visiones que me horrorizan y me quitan la
respiración y el calor del corazón.
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Moreaby *franca64120 |
